
Durante varias entradas del blog, hemos procurado acercar de alguna manera el fenómeno del glamping a nuestros lectores. Nos hemos interesado por nuevos campings de lujo, hemos rebuscado entre alguno de los cachivaches más ingeniosos para disfrutar a nivel-urbanita-bien-sofisticado de la experiencia del campismo en lugares increíbles.
Comentamos esto último porque aún estamos asombrados con la cafetera que hace expressos en las cumbres más altas. El caso es que hoy queremos traer una especie de reverso del glamping: “el campismo de pioneros”.
Se trata de un fenómeno que se da en los Estados Unidos y que consiste en ir de acampada imitando, en la medida de lo posible, las condiciones a las que se tenían que enfrentar los primeros colonizadores anglosajones que se extendieron hacia el oeste norteamericano. Se esfuerzan por reconstruir la Edad de Oro del Camping, que tuvo lugar entre 1880 y 1930. Recibe este apelativo porque, debido a las privaciones materiales y tecnológicas, la forma que tenía la gente de acampar redefinió su relación con el medio natural y con su comunidad. No se trata solo de acampar sino de relacionarse a un nivel completamente diferente: desde el ingenio y el compañerismo se superan las privaciones y el peligro.
Master Woodsman es el nombre del proyecto que aglutina esta tendencia. Su web es un compendio de recreación histórica, botánica, recursos para acampar cómodamente con lo que te da la naturaleza y vídeos, muchos vídeos explicativos. Podemos encontrar consejos sobre cómo construir una modesta cabaña con plásticos y troncos finos o repasar sobre cómo era la vida de los habitantes de las zonas montañosas de los Estados Unidos hasta casi los años cuarenta.
Lo que más nos ha llamado la atención son los consejos para ser un auténtico “cazador-recolector moderno” y el recuento de fallecidos en EE.UU. por practicar este modo de campismo extremo. Los fallecimientos se producen por hipotermia y los promotores de este tipo de campismo insisten mucho en la preparación y la seguridad antes de lanzarse a las montañas con un cuchillo de sílex como única herramienta disponible.
Puede que parte de la popularidad de esta tendencia es porque cuentan con testimonios gráficos casi desde la fundación del país. Los EE.UU. son una nación muy joven y casi todos sus momentos históricos decisivos están ampliamente documentados. También hay que decir que siempre contaron con los avances tecnológicos necesarios, bien fuesen cámaras fotográficas o de cine, para documentar todo tipo de actividades y así darles difusión. No es como si nos preguntasen a cualquiera de nosotros cómo se movían las tropas navarras durante la primera guerra carlistas, por ejemplo. Sí, contamos con la descripción escrita de Benito Pérez Galdós pero, por desgracia, una imagen vale más que mil palabras.
El camping para esta tendencia está elevado a la categoría de modo de vida en el que el iniciado se hace llamar outdoor man, o sea, gente de exterior. Admitimos que el campista por naturaleza es una persona que disfruta explorando nuevos pertrechos para su viaje de camping y con un gusto especial por el aire libre pero lo que aporta esta tendencia es el obtener la máxima experiencia posible de la naturaleza: estos aparejos que hacen ellos mismos, escoger lugares de acampada por su idoneidad para la supervivencia y no porque tenga “vistas bonitas”.
Un nuevo modo de ver las cosas, en definitiva.
Como explican los woodsmen en su página web:
“La edad moderna nos ha dejado un par de ojos que todo lo ven igual. El campista clásico ve patrones, variedad y magia a su alrededor. El exterior salvaje está lleno de lecciones para aprender siempre según sus reglas. Cuando nos vamos de un lugar [después de acampar], algo de nosotros se queda en ese sitio. Las habilidades de un campista clásico requieren una conexión con la naturaleza”.
Realmente nos han impresionado mucho y creemos que aquí en Galicia bien podríamos imitar esta tendencia. De hecho, disponemos de muchos más períodos históricos en los qu explorar cómo se las apañaba la gente cuando le tocaba pasar noche “en lo salvaje”.
No perderemos de vista a los Master Woodmen.
¿Y a ustedes qué les parece? ¿Se atreverían a adentrarse en lo salvaje?
Fuente: Campingmougas